Por estos días el mundo entero se ha preocupado de los elementos más yermos que pueden existir, la producción de bienes por sobre el bien común del mundo, la divinización de la máquina, y la piratería del alma en santuarios clandestinos de amor. Las voces que circulan por el aire no son más que insultos e informes de noticias macabras que asombran al morbo del enjambre planetario, todo esto transmitido en cajas de pandora que se adquieren en el comercio, llevando la magia de recordarnos a cada momento los males del mundo.

Los pocos locos que aparecen son encerrados, ellos parecieran darse cuenta de lo que ocurre, y cuando tratan de advertir se les saca de la línea del hormiguero. Mientras menos se perturbe el loop de la vida, todo está bien.

Acontece entonces que un día muchos dijeron basta, reaccionaron y volvieron a creer en la esencia, volvieron a crear humanidad, accionaron sus sentidos y tomaron las armas más sutiles para luchar, una guitarra, un lápiz y un papel, un pincel y una tela, clavas y pelotas danzando sin cesar… y formaron el comienzo de lo que tendrá límites. Agrupación cultural Creacción.

Creando

Accionando

Reaccionando los sentidos…

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